Agencia Télam

El papa Benedicto XVI lamentó hoy en Munich que el hombre actual "se ha vuelto sordo" al Evangelio y afirmó que el Islam, así como las poblaciones de Asia y África, "se asustan ante un Occidente que excluye totalmente a Dios de la visión del hombre".

El pontífice habló hoy ante unas 250.000 personas durante la misa celebrada en una explanada a las afueras de Munich.

Advirtió que "la verdadera amenaza para su identidad no es vista en la fe cristiana, sino en el desprecio de Dios y en el cinismo que considera el desprecio de lo sagrado un derecho de libertad y eleva lo útil a supremo criterio moral para los futuros éxitos de la investigación".

"Este cinismo no es el tipo de tolerancia y de apertura cultural que los pueblos esperan y que todos nosotros deseamos", subrayó Benedicto XVI, según consignó la agencia internacional Ansa.

El Papa pidió además a los católicos alemanes que recen para que la justicia y el amor se conviertan en fuerzas decisivas en el orden del mundo.

"Si todos piensan y viven según Dios entonces nos volvemos todos iguales, nos volvemos libres y así nace la verdadera fraternidad", explicó el pontífice.

Sin embargo, el hombre de hoy es "sordo" al Evangelio, lamentó el Papa en la segunda jornada de visita a su país natal.

En tanto, la corriente reformista católica Somos Iglesia exigió hoy avances en el ecumenismo como consecuencia de las palabras pronunciadas por Benedicto XVI, según consignó hoy la agencia DPA.

Cuando llegó ayer a Munich, después de que el presidente alemán, Horst Koehler, expresara su deseo de un acercamiento entre católicos y luteranos, el papa afirmó: "Nos esforzaremos con corazón y entendimiento por acercarnos".

"Los anuncios del Papa sobre el ecumenismo no pueden quedar sin consecuencias y frutos", afirmó el portavoz de la organización, Christian Weisner, considerando que, de lo contrario, "las personas que han recibido al Papa con tanto entusiasmo en su patria, quedarán muy decepcionadas". El grupo, a menudo crítico con Roma, recordó además que, cuando el Papa tomó posesión de su cargo el año pasado, hizo promesas concretas de trabajar en pro de la unidad de los cristianos.