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Veröffentlicht am 01­.03.2011

1.3.2011

Fuga masiva de fieles en Alemania

Más de 50.000 creyentes bávaros dieron la espalda a la Iglesia el pasado año tras los escándalos por abusos sexuales

ENRIQUE MÜLLER Corresponsal | BERLÍN

El 'annus horribilis' que vivió en 2010 la Iglesia católica alemana en el Estado de Baviera, a causa de los escándalos de abusos sexuales y castigos corporales a menores en los que se vio involucrado incluso Georg Ratzinger, el hermano mayor de Benedicto XVI, ha provocado una huida masiva de fieles. De acuerdo con las estadísticas dadas a conocer ayer, procedentes de las declaraciones que los ciudadanos efectúan al fisco y a partir de las cuales se calculan las aportaciones que reciben los diferentes credos, 53.663 creyentes dieron la espalda a la Iglesia católica, un 48,5% más que en 2009.

El arzobispado más afectado por la pérdida de fieles fue el de Munich-Freising, donde la Iglesia registró más de 23.300 renuncias, un aumento del 30% con respecto a 2009. «Estas cifras dejan en claro que la Iglesia ha sufrido una terrible pérdida de confianza», admitió Alois Gück, presidente del Comité Central de los católicos bávaros.

La dispersión del rebaño fue investigada por la agencia de prensa Dadp, que llevó a cabo una encuesta en seis de los siete obispados que existen en Baviera, el Estado federal más católico de Alemania. El obispado de Regensburg, donde hubo varios escándalos de abuso de poder, maltratos y abusos sexuales, se negó a cooperar.

Un muro de silencio

El escándalo de abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en escuelas e internados estalló a comienzo de 2010, cuando el rector del colegio jesuita Canisius de Berlín, Klaus Mertes, envió cientos de cartas a antiguos alumnos pidiéndoles disculpas por los abusos cometidos por dos maestros jesuitas. En la carta, el padre Mertes reconocía saber «desde hace años» de los abusos y alentó a las víctimas a «romper el muro de silencio» que construyeron para protegerse. Mertes admitió que en el Canisius, uno de los centros de enseñanza media más prestigiosos del país, se habían producido cientos de casos de abusos sexuales y sugirió que la Iglesia católica debía indemnizar a las víctimas.

A partir de las revelaciones del rector del Canisius se desató en el país una ola de denuncias que dejaron al desnudo la miseria moral que existía en muchas instituciones de enseñanza controladas por la Iglesia; como en el internado del monasterio de Ettal, en Baviera, donde varios sacerdotes llevaron a cabo, entre 2002 y 2005, abusos sexuales y actos de extrema violencia contra los alumnos.

Las deserciones en masa son el precio que ahora está pagando la Iglesia en Baviera y posiblemente pagará en el resto del país, donde aún no se conocen estadísticas. «Si se toma en cuenta la dimensión del escándalo, la Iglesia no ha sufrido un gran daño. Nosotros contábamos con una deserción mucho mayor», dijo Christian Weisner, líder de la organización laica Nosotros Somos la Iglesia. «Pero la jerarquía sigue cometiendo errores al adoptar medidas burocráticas para impedir nuevos abusos, en lugar de indagar con más profundidad en el origen del escándalo», añadió.

http://www.laverdad.es/murcia/v/20110301/cultura/fuga-masiva-fieles-alemania-20110301.html

Zuletzt geändert am 02­.03.2011